El tamaño de las empresas es uno de los factores estrechamente relacionados con el nivel de gestión. Tal y como confirman los datos, las empresas de mayor tamaño suelen disponer de más enfoques para sistematizar y mejorar su gestión; algo que resulta razonable, dada la mayor complejidad que suelen presentar estas organizaciones respecto a las más pequeñas. Las pymes también pueden compartir esta inquietud por la gestión, pero lo cierto es que les suele costar algo más; algo también lógico, dada su mayor limitación en medios y recursos disponibles para este tipo de actividades.

En este observatorio hemos ido publicando diversas entradas con datos que sugieren que la gestión avanzada puede ayudar a conseguir mejores resultados desde diferentes perspectivas: en empresas en general, en ámbitos específicos e incluso en startups. Sin embargo, en lo que respecta a pymes, los estudios existentes son escasos y de pequeña magnitud. De cualquier forma, hemos encontrado un par de ellos que consideramos interesantes, cuyos resultados vamos a resumir a continuación.

El primero es Business Practices in Small Firms in Developing Countries (2017), una investigación en la que se analizó la relación entre diversas prácticas de gestión en microempresas creadas por emprendedores de varios países en desarrollo. Tras recopilar y analizar los datos, sus autores concluyeron que disponer de mejores prácticas de gestión predijeron tasas de supervivencia más altas y un crecimiento de ventas más rápido, que explicaron de la siguiente forma:

“… Las aspiraciones y el nivel educativo han sido vistas como las principales razones de la diversidad de resultados en las empresas. En este estudio se concluye que también se diferencian por la calidad de las prácticas de gestión que emplean y que estas prácticas tienen efectos en los resultados empresariales, que son independientes de los efectos del capital humano”.

Relación entre nº prácticas de gestión y ventas

El segundo estudio que investiga esta cuestión, algo más reciente y más cercano a la realidad económica de Euskadi, es Management practices and SME performance (2019). En este trabajo se analizó de forma bastante rigurosa y estructurada la relación entre las prácticas de gestión de un millar de empresas británicas y sus resultados empresariales. La mitad eran pymes y un tercio podían considerarse pequeñas (5 a 49 personas). Las conclusiones generales a las que se llegó fueron las siguientes:

“…encontramos una asociación estadísticamente significativa y positiva entre las prácticas de gestión y la supervivencia (…) y una asociación estadísticamente significativa y positiva con el crecimiento y la productividad de la empresa…”

Además, en este estudio hubo otros hallazgos interesantes y dignos de mencionar:

  • Las prácticas de gestión que más se relacionaron con mejores resultados fueron las de recursos humanos y las de establecimiento de objetivos.
  • Las prácticas de gestión fueron más frecuentes en empresas con personas de nivel profesional-educativo más alto.
  • Las empresas de propiedad extranjera y las que operan en mercados internacionales utilizaron más extensivamente prácticas formales de gestión.
  • La pertenencia a redes (federaciones, asociaciones, cámara de comercio, etc.) se asoció a más prácticas de gestión.
  • Las prácticas de gestión formales aumentaron con el tamaño de la empresa.

En resumen, aunque para las pymes es complicado poder dedicar recursos a desplegar la gestión avanzada, los datos disponibles hasta el momento parecen indicar que pueden ser una buena inversión, ya que este tipo de prácticas se asocian, en general, a mejores resultados.