La pandemia ha desmontado infinidad de estrategias empresariales por todo el mundo. Pero la vida sigue y aunque hoy en día nadie duda de la relevancia de la gestión de la estrategia, existen diversas perspectivas respecto al nivel óptimo de estructuración de dicha gestión. Algunos apuestan por el rigor y la sistematicidad, otros por la intuición y la flexibilidad, amparándose en la gran velocidad de los cambios y la cada vez más complicada previsión de los mismos.

Aunque existen teorías y expertos a favor de uno y otro enfoque, lo cierto es que la evidencia sobre cómo los CEOs gestionan la estrategia es muy escasa. Por ello resulta especialmente interesante el estudio recientemente publicado en la web Working Knowledge, de la Harvard Business School, “How Do CEOs Make Strategy?”.

Los autores investigaron la gestión de la estrategia de empresas de muy diverso tipo y tamaño, dirigidas por CEOs que en su momento fueron estudiantes de Harvard. Para ello dividieron la estrategia en tres fases (y definieron varios niveles de su gestión (con escalas de 1 a 3 o de 1 a 5).Y posteriormente analizaron la relación entre estos niveles y el rendimiento de la empresa.

Los resultados que obtuvieron podrían resumirse brevemente de la siguiente forma:

  • Gran diversidad de enfoques: Hay prácticas de todo tipo, más o menos estructuradas.
  • La última fase, la de implementación, es por término medio la menos estructurada.
  • Las empresas de mayor tamaño suelen disponer de una sistemática más estructurada.
  • Una gestión de la estrategia más estructurada se relaciona con un mayor crecimiento de la empresa.
  • Una gestión más estructurada se relaciona con la toma de más cantidad de decisiones estratégicas, pero también con menos rapidez en la toma de decisiones.
  • Los CEO’s que recibieron formación sobre una gestión de la estrategia estructurada (“enfoque Porter”) gestionaron las dos primeras fases de la estrategia de forma más estructurada, pero la tercera fase (implementación) de forma menos estructurada.

En los siguientes gráficos se puede apreciar la distribución de resultados globales y para cada fase de la estrategia:

En resumen, de este trabajo podría deducirse que una gestión sistemática y estructurada de la estrategia puede ser un área de trabajo relevante, prioritaria y beneficiosa en muchas empresas. Eso sí, asegurando que se hace de forma ágil y que su despliegue llegue a todos los niveles que sea necesario.

De cualquier forma, el documento original, disponible en este enlace, aporta una buena cantidad de información y matices interesantes, por lo que su lectura completa es muy recomendable.

Además, creemos que la matriz que han utilizado los investigadores para evaluar el nivel de sistemática de la estrategia (pag 43 y 44 del documento) puede ser una herramienta bastante práctica para las empresas, ya que puede ser utilizada para hacer una autoevaluación e identificar aspectos de mejora para la gestión de la estrategia. Dicha matriz puede verse a continuación (pincha aquí para agrandar o descargar):

8899