Durante los últimos años se ha avanzado de forma muy importante en la prevención de riesgos laborales, lo cual ha dado como fruto la reducción progresiva de los accidentes de trabajo. Y aunque durante los últimos años esta tendencia parece haberse estancado, la mejora ha sido considerable.

Sin embargo, hay un ámbito de la PRL que buena parte de las empresas todavía no han abordado: el de los riesgos psicosociales. Aunque está claro que deben tratarse como el resto de los riesgos, respetando la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, según nuestra experiencia, con frecuencia los responsables ni siquiera conocen esta obligación, por lo que sigue siendo una asignatura pendiente en muchas empresas.

Los datos respecto a la necesidad de gestión de este tipo de riesgos son muy claros. Por ejemplo, en el último estudio del INSST, el estrés, la depresión o la ansiedad fueron los problemas de salud clasificados en segundo lugar, tras los trastornos musculo-esqueléticos. Y no es algo exclusivo de nuestro país porque en un informe de la Comisión Europea se destaca que este tipo de riesgos son un problema en aumento para las personas trabajadoras de toda Europa: más de la mitad considera algo habitual el sufrir estrés y cuatro de cada diez cree que no se gestiona adecuadamente.

Para dar respuesta a todo ello, los servicios de prevención y los responsables de las empresas deben trabajar conjuntamente en evaluarlos y plantear acciones para prevenirlos. Y, dado que los riegos psicosociales están estrechamente relacionados con la gestión y con las personas, quienes tenemos como referencia el Modelo de Gestión Avanzada podemos tener curiosidad respecto al alineamiento y complementariedad de ambas perspectivas. Así que en este post vamos a hacer un pequeño análisis al respecto.

Para resumir la perspectiva de los riesgos psicosociales, vamos a basarnos en la herramienta para la evaluación de este tipo de riesgos que el INSST ofrece de forma libre y gratuita, FPSICO4.1 (toda la información sobre esta herramienta, así como los enlaces para su descarga, está disponible en esta dirección). Tal y como se explica en su manual técnico, FPSICO4.1 los clasifica en los siguientes nueve factores de riesgo:

  • Tiempo de trabajo: Ordenación y estructuración temporal de la actividad laboral a lo largo de la semana y de cada día de la semana.
  • Autonomía: Capacidad y posibilidad individual para gestionar y tomar decisiones sobre la estructuración temporal de la actividad laboral y sobre cuestiones de procedimiento y organización del trabajo.
  • Carga de trabajo: Nivel de demanda de trabajo a la que el/la trabajador/a debe hacer frente, es decir, el grado de movilización requerido para resolver lo que exige la actividad laboral, con independencia de la naturaleza de la carga de trabajo (cognitiva o emocional).
  • Demandas psicológicas: Exigencias a las que se debe hacer frente en el trabajo. Tales demandas suelen ser de naturaleza cognitiva y de naturaleza emocional.
  • Variedad / Contenido del trabajo: El trabajo tiene un significado y utilidad en sí mismo para la persona trabajadora, para el conjunto de la empresa y para la sociedad en general, siendo además reconocida y apreciada.
  • Participación / Supervisión: Control del/la trabajador/a a través de su participación en diferentes aspectos del trabajo, y control que ejerce la organización sobre la persona trabajadora a través de la supervisión de sus quehaceres.
  • Interés por el/la trabajador/a / Compensación: Grado en que la empresa muestra una preocupación de carácter personal y a largo plazo; Promoción, formación y desarrollo de carrera; Percepción de seguridad en el empleo y equilibrio entre lo que se aporta y la compensación.
  • Desempeño de rol: Problemas que pueden derivarse de la definición de los cometidos y obligaciones de cada puesto de trabajo.
  • Relaciones y apoyo social: Apoyo o ayuda proveniente de otras personas del entorno de trabajo (jefes/as, compañeros/as…) y calidad de tales relaciones.

En el manual de la metodología se pueden conocer mejor estos nueve principales factores de riesgo y los ítems que se suelen utilizar para analizarlos con detalle. Y en el MGA podemos encontrar bastantes ideas respecto a planteamientos de gestión relacionados.

Por ejemplo, de forma genérica, en el tercer elemento (Personas), subelemento P1 (“Cómo atraemos, seleccionamos, retribuimos y atendemos a las personas“), se recomienda “Implantar sistemas para la prevención de riesgos laborales que promuevan la mejora de la salud, tanto física como psicosocial“.

Además, a lo largo de este tercer elemento podemos encontrar numerosas referencias y buenas prácticas relacionadas con factores de riesgos psicosociales específicos, como se puede apreciar en la siguiente tabla:

Riesgos psicosociales vs gestión avanzada

Viendo este listado, puede deducirse que los enfoques de gestión avanzada están muy alineados con la prevención de riesgos psicosociales. Por lo tanto, podemos afirmar con bastante confianza que gestionar las organizaciones en base a estos enfoques favorecerá su prevención.

De cualquier forma, a lo largo del MGA y salpicadas por diversos elementos, pueden encontrarse más buenas prácticas y referencias que también podrían relacionarse con la prevención de estos riesgos psicosociales.

¿Se anima a intentar encontrarlas?