Uno de los pilares de la Gestión Avanzada es la participación de las personas, por lo que es importante conocer los posibles efectos de iniciativas que se aborden en este sentido. Un reciente estudio sobre este tema, publicado en la revista Central European Journal of Operations Research, puede ser un buen punto de partida. Se trata de “Does employee participation matter? An empirical study on the effects of participation on well-being and organizational performance” (2020), un trabajo especialmente interesante porque ha sido realizado por personas investigadoras del Departamento de Organización Industrial y Gestión de la Facultad de Ingeniería de Mondragon Unibertsitatea, basándose en datos de cerca de 300 empresas vascas.

Esta investigación se centró en analizar la relación entre tres tipos de participación que pueden darse en las organizaciones (en los resultados, en la propiedad y en la gestión) y diversas variables relacionadas con dos aspectos muy relevantes para las empresas: el bienestar y la productividad.

En primer lugar, los resultados a los que se llegó respecto al bienestar y la satisfacción fueron bastante contundentes: Una mayor participación, en cualquiera de las tres modalidades, se asoció con claridad a más bienestar, compromiso y confianza. Y, como se muestra en los gráficos, la participación en la gestión – la que está estrechamente relacionada con la gestión avanzada – fue el tipo de participación en la que esta relación apareció de forma más clara y destacada (gráficos de la izquierda):

En segundo lugar, la relación entre la participación y la productividad fue mucho menos clara. Por un lado los autores no detectaron una relación significativa entre la productividad y la participación en los resultados o en la propiedad. Y por otro, una mayor participación en la gestión se relacionó negativamente con la productividad. Es decir, a más participación, menos productividad. Con resultados bastante modestos y mucho menos contundentes que los del bienestar, pero estadísticamente significativos.

Estos resultados no significan que necesariamente el aumento de la participación en la gestión sea negativo para la productividad. Otras investigaciones previas (como esta) concluyen que intervenciones más específicas y “operativas”, dirigidas a aumentar la participación y la toma de decisiones en actividades en planta, pueden dar lugar a una mejora de la productividad. Pero sugieren que hay que diseñar correctamente y controlar estrechamente los efectos de este tipo de intervenciones, para asegurar que se consiguen los resultados deseados y se minimizan los no deseados.